El derecho a la salud se encuentra estrechamente ligado a derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la integridad y al principio de dignidad (el cual, a su vez, incluye el derecho a la intimidad). En el ámbito laboral, se deben respetar los derechos fundamentales del trabajador. Por esta razón, el poder de dirección y control del empresario se encuentra delimitado por el derecho a la intimidad en relación a la salud del trabajador. En este artículo, se destaca el deber que tiene dicho empresario de ejercitar sus facultades en armonía con el derecho a la intimidad personal y corporal del trabajador.